Aquel 15 de marzo...
Parece mentira que en algunas ocasiones el tiempo pueda pasar o ¿tan deprisa?, o ¿muy despacio?. El reloj marca hoy las once, once meses aprendiendo a saber que todo estaba cambiando, donde la incertidumbre y la triste realidad invadían todo lo que planteábamos comenzar en nuestra vida; el pasado, presente y futuro estaba dando una vuelta de tuerca por completo.
Los adultos comenzábamos una batalla que empezaría en nuestra gran zona de confort, "nuestro hogar" (para muchos desconocido), mientras que otros la jugaban en primera línea y nos consta que muchos que nos leéis, habéis sido auténticos guerreros que nos habéis defendido a capa y espada; por eso GRACIAS.
En estas batallas diarias un grupo de pequeños personajillos pasaban las aventuras más divertidas en el hogar de su casa, en su nueva escuela. El mayor ejemplo de felicidad nos lo venían mostrando estos duendes cada día que se levantaban con una sonrisa, ajenos o (así creía el adulto) al bicho monstruoso que había llegado a su vida. Menudo bicho, atacante a uno de sus pilares fundamentales, su escuela. Los separó de sus compañeros/amigos y de sus profes, de su universo y planetas de aventuras; de su escuela de vida.
Aún así la vida siguió, y la escuela siguió, por ellos y por los que creemos en ella. Se pudo traspasar una pantalla a besos y abrazos, aunque en ocasiones cerráramos el ordenador con alguna que otra lágrima y echando tanto de menos...pensando en la vuelta.
Dicen que los duendes son mágicos y que se esconden por las rendijas más diminutas, que creen en las estrellas nuevas y la seño Ana y la seño Natalia lo han descubierto con creces. Estos duendes coloraos como nuestro cole, nunca han dejado de creer en sus seños y en su escuela. Han vuelto con sonrisas eternas debajo de mascarillas de súper héroes...lástima que aún no tenga edad para comprender que Batman o Thor tienen apellidos corrientes.
Hoy volvemos abrir nuestro blog estas dos seños, con la misma ilusión que hace cinco añitos pero ahora con más suerte si cabe, ya que nos acompañarán además otros duendes y otras seños de nuestro cole...¡Vandelvira!.
Espero que disfrutéis y sigáis aprendiendo tanto como nosotras de vuestros hijos/as. Esta comunidad seguirá siendo abierta para todo el que crea en la educación así vengan pandemias, terremotos, nevadas o quien sabe ¿ovnis?
Un abrazo muy muy fuerte.
¡Cuidaos mucho! 💓
